domingo, 20 de mayo de 2012

Buenas noches.

Y ahora, que me encuentro en el encierro de mi propia soledad física, tomo el tiempo para pensar en lo que me tiene tan pensativo y distraido. La sola porción del sentimiento que me corresponda me atemoriza y gesta en mí un noble deseo de estar junto a ti.

Porque, junto a ti, la vida se me hace más alegre, a pesar del cielo nublado, el impetuoso viento y la lluvia arreciante, y es que tu mirada dibuja una indeleble sonrisa en mi alma.
Porque, junto a ti, el tiempo pierde su medida y secuencia, y se acelera al ritmo de los latidos de mi corazón.
Porque, junto a ti, la música pierde su melódico valor, pues tu voz armoniza mi entorno con mis sueños y me hace navegar a un mundo inesperado y fantástico.
Porque, junto a ti, las estrellas se opacan por el brillo de mis ojos cuando te saben cerca, cuando te ven llegar, cuando se cruzan con tu mirar.
Porque, junto a ti, sigo aprendiendo el valor enérgico que la vida tiene, que a pesar de las 'jugarretas' de mi historia, y los caprichos del destino debo seguir con la frente en alto y la ilusión alerta.
Porque, junto a ti, simplemente me siento feliz, porque TÚ me haces feliz y me llevas de la mano a un estado de tranquilidad, seguridad, pazy sosiego.

Y es que quisiera que el tiempo se detuviera justo en el momento en que estamos juntos, porque es ése el preciso instante en el que quisiera aprender a volar y bajar de súbito, como unn águila sin lastimarte, a abrazarte y llevarte conmigo sobre las nubes, a conocer lugares inimaginables, a compartir lo hermoso de este mundo tan extraño y confuso. Despositar en tus manos mi confianza, mi afecto, mis sentimientos, mi alma; para que los cuides y resguardes. 

Porque con un beso tuyo, siento que vuelvo a vivir...

Pero ya esta noche va ar terminar y debo reponer las fuerzas perdidas, pero ¿qué curioso? Mi corazón no está cansado de tenerte presente, de vivir contemplando tu imagen, de saber que estás bien, de estar seguro que mañana te veré.

No me queda más que apagar la luz de mi habitación, sacudir la sábana, reposar sobre mi cama, programar el despertador, abrazar mi almohada y decirte, al aire: "Buenas noches" 

Y ¿qué más se podría decir?, tú ¿Qué opinas?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Atrapado en mi propia culpa...


Justo ahora, cuando menos me lo esperaba, hallo una sensación ajena a mí mismo, sensación que no pertenece a la colección de sentimientos que deben gobernarme; pero que yo sé, perfectamente, que está ahi, pues no es la primera vez en la vida que se presenta su sabor en mis labios.

¡Condenada noche que encierras en tu oscuridad el ocaso de mi cordura, y amanece el destello de mi embriaguez mental!

Mis globos oculares están renuentes a liberar la energía que brota de mi interior, pues no creen, fielmente, que valga la pena...no aquí, no ahora...no así. Y en el laberinto de mis ideas me encuentro acorralado y sin salida...¿Insólito no? Atrapado en mi propia culpa y encadenado por mi propia responsabilidad y aunténtico compomiso conmigo mismo.

Mi estimado lector, a veces me siento tan estúpido que, probablemente y si yo fuera tú, me estaría riendo de las cosas que leyera de mí. Porque parece que no sé lo que siento pues no se comprende lo que digo. Porque parace que algo me molesta o me hace sentir mal pero no puedo expresarlo con claridad. Porque estoy aqui alardeando de un sentimiento que me invade sin estar seguro de él. Porque quisiera decir tantas cosas con las letras y que sólo son 'decibles' con los labios.

Estas hipócritas ideas que me agobian me hacen cabar una fosa en mis ideas para poder enterrarlas, pero el asunto es que no quiero enterrarlas, porque es como guardalas, por el contrario quiero y necesito deshacerme totalmente de ellas, el problema es que sólo tengo dos manos y necesito cuatro para poder hacerlo. Esas dos manos faltantes son las tuyas. [Y si estás leyendo esto sabrás que son tus manos las que necesito. BEF]

Mi estimado lector

Espero no aburrirte con este escrito, pues no ha sido escrito con el habitual frenesí,

por el contrario pareciera un acertijo cuya pista inicia en el Chinchontepec,

siguiendo su recorrido por la capital pero aun no sé hasta donde llegará.

Probablemente, este día no fue diseñado para tenerme asi, sin saber,

sin mirar, sin creer, sin sentir, inerte, dentro de una falso ataúd

donde sólo espero una absolución, un final certero.

Creo, mi estimado lector, que la noche, con su aroma y presencia inmortal,

va surcando en mi mente y en mi corazón una rigurosa y recta senda

por la cual debiera caminar, con vereda, piedras, flores, abejas y hasta un colibrí,

en donde debo reposar para saber tomar decisiones, y ocupar, en mi barco, el timón

del que, a veces, me suelto, porque me aviente, me canse, me lo quiten, me agobie,

más ahora sé que, con la experiencia, aprenderé mejor que antes y con más rapidez.

Y ¿qué más se podría decir?, tú ¿Qué opinas?

lunes, 20 de junio de 2011

Gracias


Gracias

Desde hoy, un nuevo momento empieza, una tarea nueva qué cumplir, nuevos hallazgos qué realizar, nuevos retos qué afrontar, nuevas travesuras para convertir en travesías, nuevos horizontes hacia donde dirigir mi mirada.

Sin duda alguna, hoy se marca el inicio de una nueva etapa de mi vida, inicio que se vincula a emprender un viaje renovado por la vida, cargado de menos equipaje que antes pero con redobladas fuerzas y un carisma resurgente.

Hoy, reinicio el compromiso conmigo mismo que recito cada mañana frente a la ducha: 'Hoy, por ti, trataré de ser mejor', trataré de vivir con intensidad, porque creo fielmente que siempre se puede dar más, que siempre hay nuevas oportunidades para seguir adelante, que es posible iluminar en la penumbra, que nunca es tarde para amar completamente.

Creo que los procesos que la vida contiene, en sus misteriosas fases, van siendo revelados pertinentemente y, a pesar de que no los comprendo del todo, confío en el Supremo Hacedor de que, inclusive yo, podré degustar de la felicidad, pues ayer, alguien muy importante para mí, me lo escribió: "...en esta vida nada es como uno quiere y lo bueno cuesta". En efecto, lo bueno cuesta y no todo es como uno lo quiere, y creo que voy aprendiendo, no sólo a leer eso, sino a asimilarlo y a vivirlo con madurez, pues debo admitir que ya no soy un chiquillo.

Y aunque mi mente revolotea por los mismos deseos de vivir, en el perfecto orden de las cosas debo aprender a ser más paciente, más tolerante, más transparente aún, y sobretodo seguir tratando de ser más sensato.

La vida va tomando diferentes rumbos, debo aprender a elegir y a ser responsable de mi elección, pues dificilmente pueda volver atrás. Las decisiones que tome serán un auténtico compromiso con mi entorno, con las personas que están cerca de mí y que amo, pero por sobre todo conmigo. Pues, de todos modos, es mi vida y la quiero compartir contigo.

Y en el umbral de una tercera década, cuando vuelvo a reinventarme, no tengo nada más que decir que por tu presencia, por tu amistad, por tu amor, por estar aquí, por ser tú: gracias.


Y qué más se podría decir. Tú ¿Qué opinas?

domingo, 29 de mayo de 2011

No importa el amor.


Ante un cielo nublado, un calor inclemente, la música de mi ordenador y las pláticas multifacéticas de mis contactos me hacen pensar tantas cosas. Pensar que mi entorno se disfraza de muchos colores, formas y sentires me hace reflexionar en que algo debo hacer al respecto, y pronto.


Sentir la mirada de alguien sobre mí ya no me confiere la confianza, y mucho menos la certeza, de creer que desea ver más allá de mi piel, de indagar con profundidad en mi vida, de conocerme mejor a sólo lo que la ropa le deja mirar, que se tome el tiempo de siquiera pensar y considerar que no sólo me considere un instrumento de concupiscencia; que detrás de la epidermis, que recubre mi esqueleto, circula sangre, tan cálida como el sol matutino, tan al ritmo como los besos de dos enamorados, tan roja como la escarlata.


Creo que el temor se ha apoderado de mí, y es que ya ni sé qué ni en quién creer; siento que, en este momento de mi vida, el amor se ha relativizado para mí. Y a pesar de los logros que del Cielo me han venido y siguen llegando, y con los cuales me procuro la felicidad y para los que me rodean, sigo teniendo un espacio disponible para alguien especial, mi pregunta como la de muchos es: ¿Dónde estás?


El contacto con historias fallidas de amor, la infidelidad que se asoma a la orden del día, el falso placer a la vuelta de la esquina, las promesas sin cumplir, y tanto más, me hacen titubear en cada paso que mi corazón quiere dar.


Y me siento ajeno al pretender que no me interesa amar y ser amado, pues no soy así. Tengo miedo de haber permitido que la incertidumbre y la desconfianza hayan moldeado mi conducta con un troquel en el que se firma un rechazo al sentimiento. Saberme buscado por un interés, por querer tenerme en su cama para complacerse, que crean que no tiene relevancia lo que siento, a ser confundido.


Aun recuerdo cuando, hablando sobre esto con alguien muy importante para mí, me confesó su pesar por haber sido víctima del deseo ilícito cumplido y permitido por alguien quien, a pesar de su compromiso, accedió; y me decía: "Ser una perra es la mejor forma de decir que no importa el amor"


Y me marean esas palabras, porque sé que es algo cierto, pero algo en lo que no he creído por mucho tiempo, pero que, las circunstancias me han hecho atestiguar y validar, sin embargo sigo creyendo en que el amor vale, y mucho.


Y esta noche decido tratar de seguir adelante, mi vida va avanzando, y en consecuencia de ello yo debo seguir madurando, y ahora que estoy a las puertas de la tercera década, procuraré para mí vivir con intensidad y pasión, trabajar con ahínco y convicción, y, sobre mucho, amar completamente. Y no permitiré que me convenzan de que no importa el amor.


Y, ¿Qué más se podría decir? Tú, ¿Qué opinas?

lunes, 16 de mayo de 2011

Besito en la frente.

Honesta y conscientemente, me rehuso a dejarme llevar por los sentimientos, deliberadamente; y es justo en este preciso instante cuando comprendo las palabras de alguien que me decía casi lo mismo. Y empiezo, así, a sospechar que se interesó por mí, así como yo me interesé en él...entonces me pregunto: ¿Qué pasó?

Cada instante deseo renovarme a mí mismo, colorear en cada minuto un matiz singular, cuésteme lo que me cueste debo ser consecuente con mi deseo, puesto que nadie me asegura su presencia a mi lado, ni el más leal de los amigos.

Es un camino que he decidido por mí mismo, por mi propia voluntad y convicción, pero que impacta en todos los que me rodean, de forma positiva o negativa, pero nos impacta.

Mi constante pensamiento está centrado en tu imagen, en tu mirada, en tus labios, en tus manos, en tu piel. Me aferro a un recuerdo almacenado en mi cerebro pero condimentado con la dulzura de tus palabras, con la sencillez de tus letras, con la sinceridad de tu intención.

Quisiera dejar de funcionar por un momento, que pase el tiempo, inclemente como siempre lo ha sido con todos. Quisiera poder compartir contigo más tiempo, hablar más, conocernos mejor, pero un temor me acecha, y creo que tú sabes cuál es. Es un riesgo escondido en el “quisiera” de la vida, y temo convertir ese quisiera en una perenne profecía, en una interminable lucha, en un incesante deseo.

Quisiera poder expresar muchas cosas, y entender tantas otras, vivir en la claridad de mis pensamientos y de los hechos reales de mi existencia. Pues, para mí, está muy claro que ni sé lo que escribo, pero es lo que siento. y ¿quién ha dicho que todo lo que se siente se entiende?

Quisiera encumbrar una cometa y dejarla surcar entre las nubes del cielo, deleitarme en su paseo juguetón entre las aves. Quisiera construir barquitos de papel y dejarlos navegar por los riachuelos formados con la lluvia que arrecia. Quisiera tejer unos suaves guantes de lana para dar calor a tus hermosas manos. Quisiera reposar mis oídos sobre tu pecho y escuchar el latido de tu corazón y así componer música inspirada en ti, al ritmo de tu sangre. Quisiera amanecer entre tus brazos y despertarte con un besito en la frente.

Y qué más se podría decir. Tú ¿Qué opinas?